
Ganarse el corazón de los clientes puede representar una ardua labor, sobre todo en el mercado actual tan saturado de competencia y carente de fidelidad por parte de los consumidores hacia las marcas.
Lo verdaderamente importante, antes de buscar nuevos clientes, es hacer que los actuales sean embajadores de tu marca, es decir, que sean leales a ella y que la prefieran por el valor que les añade en comparación a la competencia.
Puede parecer algo complejo, sin embargo es más sencillo de lo que crees. Únicamente es necesario prestar atención a los pequeños detalles que marcan grandes diferencias en la percepción e interés del consumidor.
A continuación te muestro algunos tips que marcarán la diferencia y harán que tus clientes te amen.
1. Escúchalo.
Hoy en día vendemos más escuchando que hablando, esto se debe a que los consumidores desean externar sus necesidades para encontrar la manera más eficiente de satisfacerlas.
Si vendes teléfonos móviles, por ejemplo, no ataques a tu próxima víctima queriendo vender uno de estos artefactos así nada más. Inicia una charla y él mismo te contará sus necesidades. Ya sea que necesite un Smartphone para comunicarse por WhatsApp con la novia, el amigo, la mamá o que requiera únicamente realizar llamadas y mensajes. Esa información la obtendrás en la medida que lo dejes hablar.
Un cliente siempre tendrá historias por contar. Escúchalo para poder atender sus necesidades y deseos de la manera más óptima.
2. Haz que confíe en ti.
Muéstrale tu lado humano, sincero y solidario. Hazle saber que tienes un compromiso inquebrantable con él y, que bajo ninguna circunstancia, estarías dispuesto a defraudarlo.
Cuando la relación cliente-proveedor llega al punto de parecerse más a una amistad, sin duda alguna el consumidor está depositando su confianza y da un paso más hacia el proceso de fidelización.
3. No le quites la razón.
“El cliente siempre tiene la razón” es una frase muy famosa que, desde mi punto de vista, no es del todo cierta. Sin embargo, el consumidor jamás aceptará que se equivoca. En este sentido, es imprescindible asentir a sus demandas y brindarle soluciones que resuelvan la disparidad.
Privar de la razón a un cliente implica perderlo para siempre.
4. Genera valor en él.
Antes de ofrecerle un producto o servicio a un cliente, es fundamental saber si en realidad va a generarle valor. Frecuentemente los vendedores (en aras de cumplir con las metas de ventas) incurren en el grave error de atosigar al cliente con una oferta que no es de su agrado y, en muchas ocasiones, el consumidor termina comprando por “compromiso”.
No se trata de vender por vender, sino de asegurarse que el intercambio genere valor para ambas partes.
5. Personaliza.
Desde el mensaje y el servicio al cliente, hasta tus productos y servicios. Este concepto lo tiene clarísimo Starbucks. Suena ridículo que, por ponerle tu nombre a un vaso las personas estén dispuestas a pagar más por un simple café. Sin embargo es así, e incluso los clientes publican en sus redes sociales una foto con la famosa bebida.
6. Informa e inspira antes de vender.
Este punto se ha facilitado con la llegada de los medios digitales. En el pasado era una tarea complicada interactuar bidireccionalmente con los consumidores, pues los medios tradicionales no lo permitían. Hoy tu marca puede enviar newletters, social media content y blogs para inspirar, educar y enamorar a tus prospectos antes de cerrar una venta para abrir relaciones de largo plazo.
7. Recompénsalo por su fidelidad.
Un cliente habitual debe ser recompensado, y qué mejor que darle un obsequio, un descuento o una tarjeta de cliente exclusivo. Sea cual sea la retribución, procura que el cliente obtenga reconocimiento y distinción mediante la recompensa otorgada. Recuerda que el consumidor quiere sentirse importante y diferente a los demás.
Los detalles marcan la diferencia.
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